El canadiense Aaron Funk, una de mis debilidades, creció escuchando los discos de punk rock y death metal que le ponía su madre y ha terminado creando su particular universo sincopado lleno de glitch-breakcore y crispación. Suele trabajar con trackers que le permiten mezclar compases bizarros con los que va llenando una media de cuatro discos al año. En su comunidad (algo descuidada) de fanáticos hay colgados varios videos de conciertos, y se pueden escuchar y bajar temas aquí. Habrás advertido que las controvertidas portadas que le hace Trevor Brown no tienen precio.
jueves, 6 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario