Este fue el primer vinilo de jazz que compré, en la serie JazzStop -coordinada por el inefable Juan Claudio Cifuentes- que tantas puertas abrió a la afición española y a mí en particular. Por la cosa de la inevitable necrofilia lo he vuelto a pinchar y disfrutar silbando cada uno de los solos. Un placer habernos conocido, Oscar.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
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