Los contínuos revival de cantantes al estilo Tony Bennett pueden explicar el fenómeno de los crooners contemporáneos como el de este sueco pizpireto. Más almibarado y orquestal que Adam Green, pero menos soul y esteta que Jamie Lidell, comparte el puntillo extravagante, retro y encantador de todos ellos, destacando quizá por unos arreglos más cool que la media. Sus letras cuentan historias que, sin sobrepasar la anécdota, llegan a enganchar a no pocos. Este es su segundo disco.
sábado, 8 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario