Se han hecho un hueco como banda de referencia a caballo entre dos décadas, y quizá por eso se empieza anunciando cada nuevo lanzamiento con algo excepcional. En este caso, y a raíz del título, se prometía una tormenta de feedback asociándolos caprichosamente a los Jesus & Mary Chain, de los que quedan muy lejos: ni rastro de crudeza o tinieblas, más bien una colección de temas elegantes y su característica animosidad, eso sí, con un colchón de retroalimentación en segundo plano y las voces al frente. Por lo demás, fantástico, como cabía esperar.
domingo, 20 de enero de 2008
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