Aún recuerdo haber leido cuando salió Love (1985) que eso era "heavy posmoderno". Me pareció una etiqueta ocurrente, muy del momento, si bien le hacía poca justicia a un disco tremendo que marcó época. Ahora que Ian Astbury ha dejado de parodiar a Jim Morrison en la insulsa resurrección de los Doors y vuelve la vista atrás hacia ese sonido clásico y sin complejos de su grupo; lástima que dejaran el listón tan alto porque la idea es prácticamente la misma. Eso sí, más de veinte años después.
miércoles, 9 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario