Otro trabajo orquestal, pero nada que ver con el anterior. Mike Oldfield, millonario y de profesión jubilado en vacaciones, ha desatado sus ínfulas sinfónicas para grabar un disco irregular, engolado, aburrido, cansino y pretencioso que te deja apático. La diferencia entre un profesional y un aficionado.
martes, 13 de mayo de 2008
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