Aunque nada del otro mundo, siento debilidad por esta mujer menospreciada a cuenta de sus premios, que suelta con cuentagotas los discos. Más que una voz, es una manera de cantar (lo de compararla con Billie Holiday ya es otra cosa, aunque haya grabado con Ron Carter) y de recargar sus raices con las sabidas intenciones sociales apocalípticas (subtitula "La cuarta guerra mundial") y otros lugares comunes sin renunciar a la dulzura. Cuando se sale del camino trillado llega más.
miércoles, 7 de mayo de 2008
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